Boletín
del Movimiento de Schoenstatt
Argentina – 18 de octubre de 2012
Queridos hermanos:
¡Feliz día de Alianza!
Este
18 de octubre celebramos con alegría los 98 años de
la primera Alianza de Amor y, por lo tanto, de la fundación de Schoenstatt. Al
mismo tiempo damos comienzo al 3º año de peregrinación hacia el Jubileo del
2014, el Año de la Misión.
Durante
el año que ha transcurrido pusimos nuestra atención en el Santuario y toda la
red de santuarios: las ermitas, los Santuarios del Hogar y del trabajo, cada
imagen de la Virgen
Peregrina y nuestro Santuario Corazón. Hoy queremos dar un
paso más en este camino al 2014. La Providencia ha querido que este Año de la Misión de nuestra Familia coincida
con el Año de la Fe convocado por el
Papa Benedicto XVI. El Papa nos invita a toda la Iglesia a renovarnos en la
fe para encarar así una nueva evangelización del mundo.
El 18
de octubre de 1914 el P. Kentenich dirigía estas palabras a un grupo de jóvenes
reunidos en la antigua capillita de San Miguel, en Schoenstatt: “¿Acaso
no sería posible que la
Capillita de nuestra Congregación al mismo tiempo llegue a
ser nuestro Tabor donde se manifieste la gloria de María? Sin duda alguna no
podríamos realizar una acción apostólica más grande, ni dejar a nuestros
sucesores una herencia más preciosa que inducir a Nuestra Señora y Soberana a
que erija aquí su trono de manera especial, que reparta sus tesoros y obre
milagros de gracia”.(1º Acta de Fundación, nº 7)
Como
vemos, desde el comienzo de Schoenstatt existió un fuerte
espíritu apostólico y una marcada conciencia de misión, por
eso decía el P. Kentenich: “Sin duda alguna no podríamos realizar una acción
apostólica más grande, ni dejar a nuestros sucesores una
herencia más preciosa…”. Esta conciencia de
misión sigue viva en nosotros y queremos que crezca más.
Por
eso en
este año de la Fe
y de la Misión
queremos dejarnos guiar por María, madre y maestra de misioneros, con estas 4 estrellas
misioneras:
1. Con María y como María. En Alianza con
Ella, queremos desarrollar toda nuestra acción misionera. Mirémosla en la
anunciación, María recibe con fe las palabras del ángel y por su sí
creyente, libre y confiado Dios se hace carne en su carne y comienza a habitar
entre nosotros (cf. Lc 1, 38). Pero la fe no es
privada, se comparte, y la fe compartida se transforma en misión: María sale
presurosa a la casa de su prima Isabel para ayudarla, y la mejor ayuda que le
ofrece es la presencia del Salvador que trae en su seno. Presencia divina que
llega por María; presencia que trae bendición, salvación y alegría (cf. Lc 1,
46-55). María
tiene la misión de dar a luz a Cristo para la salvación del mundo. “Ella debe
volver a dar a luz a Cristo en cada generación, también en la venidera, y es
lógico que no puede hacerlo sin la colaboración humana. Así nos la podemos
imaginar en 1914 recorriendo el mundo visitando en todos lados a los hombres.
Fue de ese modo, por decirlo así, que se quedó “pegada” a Schoenstatt, se
estableció en el Santuario, quiso habitar entre nosotros para educarnos como
sus instrumentos para su misión en la época actual”. (P. Kentenich,
31 de mayo de 1966)
2. Con un marcado carácter misionero. Como Movimiento de
Schoenstatt tenemos la misión de colaborar con y como María en
el anuncio de Cristo. Ya sea que ayudemos en un grupo de Schoenstatt o que
desarrollemos una acción social, que estemos al frente de alguna catequesis en
la parroquia o que visitemos enfermos, si trabajamos en una página Web o
atendemos un negocio, si preparamos una peregrinación o si somos servidores del
Santuario, todo lo que hagamos que sea siempre con un marcado espíritu misionero,
pues allí el Señor nos necesita para servir y extender su reino.
3. Con
creatividad y audacia misionera. Como instrumentos de María, queremoscultivar la
creatividad y la audacia y misionera, “es por eso que tenemos el valor de exclamar
con San Pablo: ¡No puedo dejar de predicar!... Quien tiene una misión ha de
cumplirla, aunque un salto mortal siga a otro. La misión de profeta trae
siempre consigo suerte de profeta”. (P. Kentenich, 31 de mayo de
1949)
4. En comunión y al servicio de la Iglesia para la
transformación del mundo. Schoenstatt ha entendido siempre su misión mariana
como servicio de amor a la
Iglesia para ayudarla a que sea alma del mundo. Evangelizar,
anunciar la verdad de Cristo y del hombre a la luz del Evangelio es la misión
propia de la Iglesia
en el medio del mundo, es la misión de todos los bautizados que estamos
llamados a dar testimonio de nuestra fe en Cristo a través de nuestra vida.
Schoenstatt quiere servir a la
Iglesia en este tiempo tan cambiante y conflictivo cultivando
esta conciencia de misión. “Todo por Schoenstatt, Schoenstatt para la Iglesia y la Iglesia para la Santísima Trinidad ”. (P.
Kentenich 1965)
Este espíritu
misionero que brota de la
Alianza de Amor con María se manifiesta con enorme fuerza
y riqueza en acciones concretas como la Campaña de la Virgen Peregrina ,
en las Misiones de jóvenes y las Misiones Familiares, en proyectos sociales
como las Casas del Niño, el Hogar de María, el Taller San José, Valoremos la Vida , las Voluntarias de
María, el Círculo Vocacional, Patria Nueva, la Campaña de la Soja y muchas más; en
diversos proyectos pedagógicos como colegios y centros pedagógicos, la Comisión de Bioética y un
sinfín de proyectos en parroquias, en ambientes de trabajo y en los barrios.
Por eso nuestros jóvenes dicen: “Schoenstatt no hace misiones, Schoenstatt
ES misión”.
Una
misión que nos llama a dar respuestas en nuestro
tiempo y en nuestro lugar, la
Patria. Una misión que nos llama a ser, con y como María, constructores
de diálogo y encuentro, fuertes en la fe y en la
esperanza, animándonos a tender puentes y a derribar muros que
separan, encendidos en el amor heroico de Cristo para construir
juntos una cultura de Alianza.
Queridos
hermanos, este 18 de octubre los invito a encontrarnos espiritualmente en
nuestro Santuario Original con la
Familia de Schoenstatt del mundo entero, y con un corazón
ardiente renovar la Alianza
de Amor con nuestra querida Madre y Reina diciendo:
¡Tu Alianza, nuestra misión!
¡Madre, aquí estamos,
envíanos!
Desde el Santuario les deseo un feliz día de Alianza y
un fecundo Año de la Misión.
P. José Javier
Arteaga
Acto de inicio del “Año de la Misión ”
18 de octubre 2012
Movimiento de Schoenstatt - Argentina
Canto de inicio
1.
Introducción
Guía: Querida
Familia, juntos damos hoy un nuevo paso en esta peregrinación hacia el 2014,
año del jubileo donde queremos renovar la Alianza de Amor celebrando y
agradeciendo por los 100 años del Movimiento. Durante el año que ha
transcurrido pusimos al Santuario y toda la red de santuarios en el centro. Las
ermitas, los Santuarios del Hogar y del trabajo, cada imagen de la Virgen Peregrina
y nuestro Santuario Corazón son lugares de encuentro con el Dios de la vida.
Junto a la Familia de Schoenstatt de todo el mundo y a nuestro Padre Fundador
hoy queremos dar un nuevo paso iniciando el año de la Misión y de la Fe.
Sacerdote: (Mt. 5, 13-16)
Dijo el
Señor a sus discípulos “Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde
su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser
tirada y pisada por los hombres. Ustedes son la luz del mundo. No se puede
ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una
lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero
para que ilumine a todos los que están en la casa. Así debe brillar ante los
ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus
buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo”. Palabra
del Señor…
2.
Diálogo para profundizar
(conocer)
·
María tiene una misión
Guía: Nuestros
jóvenes nos dicen: “Schoenstatt no organiza misiones, Schoenstatt ES misión”. Con ese lema quieren destacar algo vital
de nuestro Movimiento: el llamado a ser apóstoles e instrumentos del amor de
Dios y de María en nuestro tiempo.
El 31 de mayo del 1949 el P.
Kentenich, en el Santuario de Bellavista, proclamó la misión que María realiza desde
el Santuario. En esa ocasión nos decía:
Sacerdote: “La Sma. Virgen tiene
una gran tarea frente a nuestra época… El amor a María regala siempre de por sí
una manera de pensar que une… Ella viene hasta nosotros como la gran educadora.
Nos ofrece su capacidad, poder y fuerza”.
Todos: Querida
Mater, en nuestro tiempo y en nuestro país vemos signos de división y desintegración.
Separación entre los hombres, confusión en la misma persona y separación del
mundo con Dios. Por eso, en este año te pedimos que nos envíes como
instrumentos de reconciliación y de unidad. Nuestra misión es construir una
cultura de Alianza donde todos encuentren su lugar.
·
María está desvalida, necesita
instrumentos
Sacerdote: Para realizar su gran misión de hacer nacer a Cristo en
nuestro tiempo, “la Santísima Virgen está supeditada a instrumentos humanos
dóciles y de buena voluntad. Si por el Acta de Fundación ha aceptado la tarea
de mostrarse desde nuestro Santuario en forma destacada como la vencedora de una
cultura que masifica, entonces ella busca anhelante con su mirada instrumentos
que la ayuden a realizar esta tarea… ¿Qué nos queda sino ponernos sin reservas
a su disposición?”.
Todos: “En
el sentido de nuestra Alianza, queremos aceptar sus deseos, nuevamente
entregarnos a María y dejarle la responsabilidad por su gran obra, en la cual
nosotros, dependiendo de ella e interesados en su misión, queremos cooperar,
sufrir, sacrificarnos y rezar… La Santísima Virgen está desvalida, ella sola
nada puede. Es un honor para nosotros poder ayudarla”. ¡Madre, aquí estamos,
envíanos!
·
Esos instrumentos tienen que
ser audaces
Sacerdote: En este año de la Misión y de la Fe, como instrumentos de
María queremos cultivar la audacia
misionera, “es por eso que tenemos el valor de exclamar
con San Pablo: ¡No puedo dejar de predicar!... Quien tiene una misión ha de
cumplirla, aunque un salto mortal siga a otro. La misión de profeta trae
siempre consigo suerte de profeta”.
Todos: Queremos pedirte, querida Mater, que nos bendigas con la audacia apostólica y la creatividad
misionera. Nos
sumamos a tu gran obra y queremos ser
un signo de esperanza para nuestra Patria. ¡Madre aquí estamos, envíanos!
·
La fuente de la misión es el
Santuario
Sacerdote: Nos dice el Padre: “El torrente de gracias que vino desde
Schoenstatt Original, y que sigue derramándose, quiere volver a la fuente
primitiva, llevándole abundante bendición”.
Todos: A
cada paso que damos hacia el 2014 nos vamos acercando más al Santuario Original.
Queremos entregar todas nuestras ofrendas al capital de gracias para conquistar y poseer nuevamente el Santuario Original y que sea, de esta manera,
nuestro centro espiritual, el lugar de unidad y la raíz que vivifica nuestra
misión.
·
Renovamos la Alianza de Amor
y el compromiso misionero
Sacerdote: “Venimos para dar y recibir. Queremos
intercambiar con la Santísima Virgen todo nuestro desvalimiento, nuestra buena
voluntad y Ella nos da su buena voluntad. Le damos nuestra fidelidad y Ella nos
da su fidelidad”.
Todos: Querida
Mater, “Nuestra experiencia de Alianza nos lleva a sabernos instrumentos en tus
manos y en las de Jesús. Por eso, acentuamos nuestro encuentro personal con el
Señor para ser testimonios vivos de un Dios cercano. Creemos fielmente que vos
actuás a través de nosotros en todo momento”. Por eso queremos volver a sellar
nuestra Alianza de Amor como misioneros tuyos, queremos reflejarte y regalar a
muchos tu mensaje. “Madre, aseméjanos a
ti y enséñanos a caminar por la vida tal como tú lo hiciste, fuerte y digna,
sencilla y bondadosa, repartiendo amor, paz y alegría. En nosotros recorre
nuestro tiempo preparándolo para Cristo Jesús”. ¡Madre, aquí estamos,
envíanos!
3.
Gesto y Compromiso misionero
(amar)
Guía: Desde
el cirio de la Alianza, encendemos nuestras velas para renovar nuestro
compromiso misionero. Como bautizados e hijos de Dios estamos llamados a ser luz para el mundo. Hoy nos comprometemos a
ser luces que den calor y claridad en nuestro país y de esa manera seguir
construyendo una Patria Nueva con alma de Familia.
(Comienza un canto mientras
se encienden las velas)
Mientras vamos encendiendo
nuestras velas, queremos personalmente recordar una experiencia misionera en la que me haya experimentado
como signo de la presencia de Dios para otros. Queremos agradecer por ser sus instrumentos y volver a comprometernos a llevar la luz de Cristo y de María a
nuestros ambientes.
Sacerdote: Nos dice el P. Fundador: “Dos lemas que como estrellas deben
brillar en nuestra vida. Uno es: ¡Se
trata de tu misión, de tu tarea, ahora, por tanto, glorifícate tú y tu Obra! El
segundo lema es: La Sma. Virgen se
glorificará de la manera más perfecta si nosotros nos esforzamos donde quiera
que sea por tirar de su carro de triunfo”.
Guía: Querida
Mater, en este año de la Misión y de la Fe queremos regalar a muchos la experiencia de la Alianza de Amor con vos. Implora para
nosotros el fuego del Espíritu Santo que nos transforme en apóstoles de tu
Hijo. Queremos renovar nuestra consagración a vos y junto a toda la Familia de
Schoenstatt internacional te decimos…
Todos: (Rezamos
la Oración de peregrinación al 2014) - Luego: “Oh Señora mía…”
Sacerdote: Bendición final y despedida.
Canto final
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