Despedida del Padre Pablo

Y llegó el día. Nuestro Padre Pablo, siguiendo los caminos que le marcó la Mater, tomó el colectivo que lo llevó a su nuevo destino: Chile. No dudamos que allí seguirá sirviendo a nuestra Madre con la misma alegría y entrega como lo hizo aquí en Tucumán. En nosotros perdurará la imagen del "cura siempre alegre y dispuesto a recibir y escuchar a cualquier hijo de Schoenstatt" que lo necesitare. Todos los que lo conocimos vamos a extrañarlo y le auguramos una excelente labor en su nueva casa; Mantenemos la esperanza que algún día no muy lejano, los caminos del Padre Pablo se crucen nuevamente con Tucumán. Un gran abrazo y hasta muy pronto.




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