Tercera reflexión del Padre Kentenich para Jefes, Rectores y Líderes Schoenstattianos


Para que se entienda el texto elegido les voy a hacer una pequeña reseña histórica. Durante la 1º guerra mundial, los congregantes supieron contagiar el espíritu schoenstattiano, el cual quedó impregnado en personas que al terminar la guerra, volvían a sus hogares con muchas ganas pero poco para hacer. Entonces el PK comenzó a pensar en la idea de hacer una federación de estudiantes, profesores y académicos. Los congregantes estaban muy motivados para iniciar esto, pero pensaban que era necesario establecer estatutos para ordenar el asunto, entonces surgió la idea de hacer una jornada en Hoerde.
¿Qué pasó? El PK no fue, porque quería probar si esto era realmente voluntad de la Mater y no un simple capricho o emoción del momento, y que los jóvenes dieran todo por esta jornada.

Esto motivó a que el PK escribiera 40 años mas tarde:
"Partir ahora con un puñado de jóvenes a conquistar el mundo donde no hay absolutamente nada, solo podía hacerlo si estaba seguro de que Dios estaba detrás de ello. Por eso le pedía a Dios en mi oración: Querido Señor, muéstrame la manera, despertando en los mismos jóvenes el deseo de fundar esa nueva comunidad y llevarla adelante...
¿Qué hice? Me retiré completamente. Recibí muchas cartas pidiéndome ayuda. Mi respuesta: no, se deben ayudar ustedes. Si Dios los quiere, deben emprender algo por ustedes mismos. Entonces les transmití estas palabras: si realmente lo quieren, sigan adelante y reúnanse.
Tengan en mente cuál era mi objetivo. Quería saber si Dios lo quería. Para mí el signo sería que este pequeño círculo tomase la iniciativa, ardiese por ella y estuviera dispuesto a dar la vida por ella."


La jornada de Hoerde fue el origen de algo muy grande, solo porque ese pequeño círculo de chicos que la organizaron supieron arder por esa inciativa, incluso cuando su director espiritual se hechaba atrás y los dejaba a la deriva.
Me parece buenísima la primera parte. Y no es otra cosa que el abandono en Dios. Quizás lo podemos traer a nuestra realidad. Somos un grupo de jóvenes que arden por una misión, y que tratan de llevar el mensaje de Cristo y María a las personas de Rosario. La única forma de hacerlo es arder por esta misión y dar la vida por ella, para estar seguros de que Dios está detrás de esto.
Son palabras muy sencillas pero con un gran mensaje.
¿Cómo comenzar a arder por esta misión? Por medio del capital de gracias. Es la manera en que todo esto comenzó, la forma en que la Mater se estableció en el Santuario. Y va a ser la forma en que la Mater haga suya esta misión.
Es cuestión de abandonarse en ella!
(Colaboración de Javier Mirande)

1 comentario:

Anónimo dijo...

MUY BUENO, Javier!!!!!!