Carta de Agosto del Padre Juan José Ribá


Sión del Padre, 29 de julio de 2009
QUERIDOS MISIONEROS DE LA VIRGEN PEREGRINA:
En este día de Santa Marta, aquella gran mujer que confesó con convicción y ternura la mesianidad de Jesús al afirmar “Creo que eres el mesías, el Hijo de Dios” (Jn 11, 27) me siento a escribirle estas líneas.
Un nuevo comienzo
Las últimas elecciones parlamentarias en Argentina han traído no sólo un nuevo mapa político sino también un nuevo comienzo anímico: algo está amaneciendo en nuestro país. Además este receso invernal, más largo que lo normal por la gripe, nos predispone a comenzar con renovadas fuerzas este nuevo semestre. ¡Qué importante es hacerlo en el espíritu de Don Joao, en ese fuego que quiere seguir encendido en nuestro corazón para iluminar a nuestro mundo!.
Escuchémoslo: “Es un tiempo de avanzar. La Iglesia necesita heroísmo, santos héroes, es un tiempo precioso para los decididos”. ¡Avancemos entonces!.
La palabra mágica de Don Joao
¿Tenía Don Joao por así decir una palabra mágica, que cuando la pronunciaba lo conmovía, ponía de pie su alma, lo llamaba al combate y a la entrega sin reservas?. ¡Sí! el mismo lo confirma: “Héroe hoy. Sólo pronunciando esta palabra no temo más nada”. Esta palabra lo electrizaba y lo liberaba de dos grandes tentaciones modernas de los cristianos. La primera es vivir y proclamar un cristianismo light, lavado, complaciente que se vuelve indulgente, burgués y sin sal interior, que tiene pavor de distinguirse del entorno y del “qué dirán” y de mostrar la gran misión que Dios confió a los cristianos: ser “alma del mundo”.
También lo liberaba de la sutil tentación de reducir el heroísmo a un caso de excelencia ética y cívica, pero desarraigado del mundo religioso, sin entrañas espirituales ni hundido en un Dios Padre que me ama como su hijo, me llama a colaborar en la ardua edificación de un mundo nuevo y me capacita a través de personas y circunstancias para cumplir esa misión. Por eso el heroísmo de Don Joao fue marcadamente filial atado entrañablemente al Santuario Tabor, fuente inagotable de la filialidad heroica. Esta es la gran gracia que estamos suplicando en este año 2009.
Quería ser héroe hoy, no mañana. Este es el primer paso hacia el heroísmo: ¡decídete hoy, no esperes para mañana ni aguardes a un tiempo más propicio para ser héroe!. La batalla se juega no mañana. Cuantos esperan a que amaine la tormenta para después mostrar su coraje.
¿Hasta cuándo debemos luchar por ser héroes? Don Joao lo afirma: “Llevaré la palabra héroe hasta el fin de mi existencia”. El heroísmo no está circunscripto a los años juveniles cuando teníamos fuerzas, nos entusiasmábamos por ideales y nos queríamos “comer el mundo”. ¡No! debe ser como una “segunda naturaleza” nuestra, hasta el último momento de nuestra vida. Ojalá que sobre las tumbas de los misioneros se inscriba este epitafio: “Llevó la palabra héroe hasta el último día de su vida”. Yo soy testigo de muchos misioneros que ya han partido y lo consiguieron. ¡Pídelo y búscalo tú también”!.
Preguntémonos: ¿significa algo para mí la palabra héroe? ¿Sigo luchando por tener una filialidad más heroica? ¿Se la he pedido a la Mater en el Santuario o en la ermita?
Les envío mi bendición sacerdotal y me sigo confiando a la oración de uds.
P.JUAN JOSÉ RIBA
“Por amor a la Campaña, ser héroe hoy mismo. No solamente debemos cumplir con nuestro deber. Esto es lo que corresponde hacer. Debemos ir más allá del deber. Más de una vez me dijeron que (sonríe) yo estaba loco...en el mundo hay dos clases de locos: unos son los que terminan en un manicomio...y los otros son locos de amor”.
“Para realizar un ideal, hoy héroe”.
“Para realizar un ideal: hoy héroe. Las renuncias y el amor a Cristo, transforman nuestra vida”
Madre y Reina tres veces Admirable, siempre quiero estar vinculado con tu Santuario. Fe tengo, siento una disposición que nunca tuve. Para mí todo es un Santuario, sea rezando, sea trabajando, sea viajando, en fin, en todo.”
Es un arma que empleo en la hora de la tentación. Bajo la protección de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt consigo ser vencedor de mis dificultades. La palabra héroe es para mí lo mismo que enarbolar una bandera que es señal de victoria.

No hay comentarios: