CARTA DE LOS COORDINADORES DIOCESANOS SALIENTES.

Querida Familia de Schönstatt:
Ayer terminó nuestro período como Coordinadores Diocesanos. La Mater nos ha regalado dos años bendecidos en este encargo. Por ello, queremos darle Gracias, a Ella como nuestra madre que nos ha cuidado en cada instante y a cada uno de ustedes, nuestros hermanos de Schönstatt, fieles a la Alianza de Amor. Hemos tenido el privilegio de conocer gente maravillosa, generosa y fiel. Con el Sí Padre, dispuesto en cada ocasión que ha sido requerido. Hemos podido conocer , y personalmente, mucha más gente que la que conocíamos y hemos podido aprender así cuántas personas trabajan silenciosamente para que el Santuario sea cada vez más Hogar de María y el Niño y refugio del peregrino.
Muchas veces hemos dicho , un poco en broma, que este encargo de Coordinadores es el más sencillo en Schönstatt porque todo el trabajo lo hacen las Ramas y las Acciones – y lo hacen muy bien – y los Coordinadores simplemente tienen que alentar, observar, gozar y recibir las felicitaciones. Esta broma tiene mucho de realidad. La familia tiene personas que asumen cada Jefatura y cada encargo con total fidelidad, responsabilidad y entrega. Pero además, con mucha alegría y buen humor, tal como deben hacerse las cosas de Cristo. Podemos decir por eso que además, nos hemos divertido mucho. Muchas gracias por ello también. Ahora, dejamos que se diviertan otros.
Hemos logrado realizar algunas cosas que nos propusimos, resolver otras que se presentaron inesperadamente ( de nombres Pablo y Tomy ) y quedan muchísimas más que no supimos o no pudimos hacer. La Mater se da sus tiempos y Ella sabe los porqué. Pero hemos intentado actuar sin olvidar que somos solamente instrumentos imperfectos , y con la consigna de aportar un granito de arena para que cada vez pudiéramos ser más familia que crece en unidad, en santidad y en fecundidad, con un fuerte sentido de solidaridad de destinos. En este propósito nos han acompañado siempre los jefes y responsables de cada área o tarea, y creemos que es el espíritu con el cual se vive Schönstatt en este Jardín de María.
Vivimos un nuevo tiempo que está signado por la presencia de los Padres en Tucumán, por la perspectiva del Bicentenario de la patria, y el Centenario de Schönstatt, el Jubileo de nuestro querido Santuario, y ahora, también, por la Regionalización de la estructura del Movimiento. Estas realidades configuran un nuevo escenario al que tendremos que responder con nuevas capacidades y actitudes, las que seguramente están en el seno de la familia, junto a virtudes y talentos que conviven también con las inevitables debilidades y sombras propias de nuestra condición humana. En este nuevo escenario queremos seguir intentando “ser respuesta para el mundo” como la misión que nos confió el Padre Fundador. En esta etapa de crecimiento enfrentamos también el riesgo, siempre latente, de convertirnos en un movimiento cerrado y sectario , o de “ ponernos de moda” o que algunos puedan confundirse y vivirlo como una simple extensión del club , el colegio o el sector social en que se vive. Creemos que este desafío lo enfrentaremos no dejando de ser nunca , un movimiento verdaderamente apostólico , con una profunda y clara actitud cristiana de servicio en el que todos , y especialmente los más pobres y necesitados puedan sentirse cobijados en una familia amplia, generosa , abierta e inclusiva en la que la unidad se construye desde la riqueza de la diversidad, el ejercicio constante de la humildad y la generosidad de la aceptación del otro.
Nos ponemos con esta convicción a disposición de la Familia para seguir trabajando desde cualquier lugar, con mucha alegría y confianza para que Schönstatt sea siempre fiel a su carisma y a su misión, “ esa magnífica fábrica de hacer personas felices que regalan felicidad “.
Tenemos un Consejo de “ lujo”, unos asesores muy buenos , paternales y dispuestos y unos Coordinadores nuevos capaces y fieles. ¿Qué más podemos pedir?
Queremos, finalmente , agradecer en forma muy particular a los distintos Jefes y encargados con quienes compartimos los Consejos en un clima de mucha armonía y a nuestros hermanos del Curso 25 Cenáculo, nuestro “lugar en el mundo” quienes fueron y son nuestro permanente abrevadero de aliento y fuerza.

Que el Buen Padre Dios los bendiga siempre.
Sus hermanos , Rainer y Claudita
Permanecemos fieles.

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