
Personalidades de Schoenstatt
Mártir de la conciencia "Franz Reinisch (1903-1942)
Es el único sacerdote católico, que por motivo de conciencia se rehusa a aceptar el juramento de soldado por Hitler. Franz Reinisch nace en Insbruck-Austria. Luego de terminado sus estudios básicos y enseñanza media, entra a estudiar Derecho en la Universidad de Kiel en Alemania, durante ese periodo se decide por el sacerdocio. Se ordena como sacerdote diocesano de Insbruck y poco después de ser ordenado entra a la comunidad de los Pallottinos. En 1934 viaja a Schoenstatt, llega para la celebración y entierro de las dos cruces negras, enterradas a la sombra del Santuario: Hans Wormer y Max Brunner. Este hecho lo afirma en su adhesión a Schoenstatt. Colabora con el P. Kentenich siendo asesor de la rama de hombres y participa como miembro del consejo de asesores llamado: La mesa del Rey Arturo. El Padre Kentenich y él llegan a tener una gran relación de confianza. A causa de las flagrantes violaciones a los derechos humanos cometidos durante el régimen Nazi, se niega a jurar el juramento a la bandera una vez que fue llamado al servicio militar en tiempo de la segunda Guerra mundial. Este hecho hace que sea tomado prisionero y conducido a prisión en Berlín. El padre Kentenich, prisionero también en el campo de concentración de Dachau, lo anima a perseverar en su decisión a conciencia. Después de ser declarado traidor a la patria fue condenado y es ejecutado el 21 de agosto de 1942, siendo decapitado en Brandenburgo, cerca de Berlín. Su proceso de beatificación está en camino. Franz Reinisch es llamado el apóstol de la libertad de conciencia.
"El apóstol de Schönstatt, consagrado a la muerte y en todo momento dispuesto". Así firma su oración dedicada a la MTA después de ser condenado a muerte. "La Iglesia, en cuanto es una comunidad aún no unida perfectamente, ha entrado en una lucha decisiva. De esta batalla debe surgir como una comunidad acrisolada, férreamente unida y compuesta de personalidades purificadas en duras pruebas"."Inconmovible como las montañas de la patria ".
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"El apóstol de Schönstatt, consagrado a la muerte y en todo momento dispuesto". Así firma su oración dedicada a la MTA después de ser condenado a muerte. "La Iglesia, en cuanto es una comunidad aún no unida perfectamente, ha entrado en una lucha decisiva. De esta batalla debe surgir como una comunidad acrisolada, férreamente unida y compuesta de personalidades purificadas en duras pruebas"."Inconmovible como las montañas de la patria ".
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