Conoces tú aquel jardinero siempre ágil
que con mano experta forja un jardín de cielo,
donde sólo había tierra, piedras y malezas;
aquel que cultiva la vida joven en los corazones,
dándole luz, agua y sol,
fortaleciéndola para soportar las tempestades
y la noche oscura?
Conoces tú al gran forjador de los nuevos tiempos,
ese hombre plenamente libre;
aquel que no es dominado por respetos humanos
porque sólo Dios es el centro de su vida;
aquel que con su bondad y su idealismo
eleva impetuosamente hacia el cielo
los anhelos de los hombres;
aquel cuya presencia entre los hombres
hace de la tierra una Colonia del Cielo?
¡Ese hombre de Dios me es conocido!
Se le llama sencillamente "Padre".
Es el Amor Eterno quien nos lo ha regalado
como el Padre de nuestra Familia.
Es para todos un transparente de Dios....
Nuestro Padre es quien dirige a sus hijos
incansablemente hacia el Eterno Padre Dios;
es él quien cuida que todo lo noble y lo bueno
que hay en sus hijos
se desarrolle y dé abundantes frutos
para el Reino de Dios.
A través de los tiempos nuestro Padre triunfa,
vence en la lucha contra el demonio,
porque es instrumento
en manos de María Inmaculada.
El mensaje del Padre une la tierra con el cielo,
es el vínculo eterno que une a toda la creación
en el corazón de Dios.
¡Guárdanos su herencia - Cor Unum in Patre!
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