Todavía está fresco en mi recuerdo, la devoción que se veía en aquellas mujeres que comulgaban en la misa previa a los talleres de las mujeres autoconvocados del año pasado, sabiendo que se internaban en un mundo desconocido para muchas de ellas.
Y ese recuerdo se hizo presente la otra noche al ver a esas mismas mujeres, acompañadas de sus maridos, y sus hijos a la Marcha en defensa de
Esa misma convicción, esa misma fuerza, ese mismo espíritu resurgió nuevamente en todos y cada uno de los que estuvimos allí.
¡Esa es
La tragedia de nuestro tiempo no son los malos, sino que los buenos no hacen nada.
Digamos junto al Padre Kentenich: “Durante toda mi vida no hice otra cosa que decir SI a la voluntad de Dios”.
Las Voces del Tiempo nos están gritando que
Y muchos católicos hemos escuchado esas voces y descubrimos que nuestra misión hoy, es decir:”Presente” ante cada convocatoria que se nos hace..
SCHOENSTATT estuvo presente.
Creo que nuestro Padre Fundador desde la patria celestial se ha de sentir muy orgulloso al ver que sus “hijos” supieron defender la vida en libertad y con convicción.
Una abrazo en Cristo y María.
Alejandro.
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