10 años de Sacerdote del Padre Martin Aversano

Querida Familia!
Este año cumplo 10 años de sacerdote el 18 de Octubre.
Quisiera repetir en primera persona lo que PK dijo en N.Helvecia en Agosto de 1947: Estaba previsto en los designios de Dios que ustedes y yo nos perteneciésemos con una profundidad singular”. Y lo que dijo en Roma en Noviembre de 1965: “Todo lo realizado en Schoenstatt es una obra hecha en común”.


Así lo creo. De hecho, no concibo estos 10 años de gracia, sin María y sin el Santuario donde celebré mi 1ra misa. Allí está mi corazón y allí quiero que permanezca siempre (simbolizado para mí en esa cruz de la unidad que regalé al santuario en 2007 cuando cumplí 5 años de sacerdote).
Pero hablar de la Mater en el Santuario no sería posible sin ustedes. Compartimos como familia un ardiente amor por Ella, la misma misión y aportamos solidariamente capital de gracias para que María esté siempre y derrame cada vez más gracias y bendiciones. Por eso ese lugar es Santo y continuará santificándose cada vez más en el futuro y a su sombra se co-decidirán los destinos de la Iglesia de Tucumán.

Por todo esto quiero celebrar este cumple con Uds., porque mi sacerdocio les pertenece y porque los siento mi familia. Y quiero que juntos le agradezcamos a la Reina de la Familia Unida, Fecunda y Santa, porque la fuerza, la perseverancia y la fecundidad de estos 10 años es un milagro suyo, solo suyo.

No les pido regalos para mí. Les pido un regalo para que Ella pueda cobijar mejor a sus hijos en el tórrido verano tucumano. Mi propuesta es que (si es posible para el 18 de octubre) podamos regalarle juntos al Santuario un buen “Aire Acondicionado” (antes de terminar el año dedicado a él).

Ya hablé con los jefes diocesanos y Ramón Nadal. Se necesitan aproximadamente 7000$ para colocar un AA (frío/calor) de 5000 frigorías. Así que los que quieran ayudar (con el monto que puedan) son bienvenidos y pueden dirigirse a mí, a Antonio o Lilian Haskour.

                                                                                    P. Martín Aversano

No hay comentarios: