Madre, si Tú nos acompañas, aquí estamos,
con nuestro Sí de cada año!
Como
todos los años, consultaron los pronósticos del tiempo. No eran muy tranquilizadores:
frío y chubascos, pero los misioneros de
la Campaña de Rosario de Tucumán sabían que la Mater nunca les falló, en estos 16 años.
El
5 de Agosto de 2012, el Santuario de Tucumán amaneció vestido de fiesta. Desde
muy temprano, misioneros de las distintas parroquias y zonas recorrían el salón de usos múltiples
eligiendo el lugar más conveniente para preparar su stand, en el que mostrarían las
actividades desarrolladas desde la anterior fiesta de la Campaña.
El SUM ya lucía engalanado, colaboración de las
distintas ramas del Movimiento, que se unieron para hacer de ese día una
maravillosa fiesta de toda la familia de Schoenstatt. Pastoral de Santuario,
atenta a todo en lo que podían colaborar.
Un día
con grandes emociones
Fue
un domingo especial, en el que confluyeron distintas actividades que hacen a la
vida de Schoenstatt, compartido con los hermanos de Santiago del Estero,
Catamarca y el interior de la provincia de Tucumán.
Llegaron
algunos con mucho frío. A otros los fue abrigando el sol que asomó al mediodía,
para demostrar que también estaba presente su calor y alegría.
Además
de renovar el compromiso misionero, muchos peregrinos sellarían su Alianza de
Amor con la Mater y escucharían un taller sobre santuarios del Hogar, dictado
por el P. Cassone.
Con Jesús y María, por la Patria
Los
festejos se iniciaron con una peregrinación desde la entrada al predio del
Santuario. Las dos imágenes auxiliares de la Mater, los cuadros del P.
Kentenich y de Joao Pozzobon, cuadros
entronizados en las Parroquias, estandartes, banderas de todos los países donde
la Campaña vive y actúa, la bandera de la Campaña y la Papal, presidían la
peregrinación.
Detrás
de ellos, misioneros colocados a cada costado, portaban una enorme bandera
argentina, celebrando el bicentenario de la creación de este símbolo patrio.
Al
llegar a la zona de los mástiles, el P. Guillermo Cassone y una misionera,
izaron la bandera papal y argentina,
respectivamente, mientras todos entonaban la canción “Aurora”. Realmente se percibían
muy “altas
en el cielo” las dos banderas!
Posteriormente,
entonaron el Himno Nacional Argentino.
Entre
los dos mástiles, se encuentra una placa recordando al Padre Esteban Uriburu,
quien llevó la Campaña del Rosario por todo el mundo, convirtiéndola en
internacional. En la placa están sus palabras: “Las palabras no bastan, sólo la
fuerza de una vida puede abrir
caminos”.
Para realizar un ideal, hoy héroe
Con
estas palabras de Joao Pozzobon como meta para continuar su tarea misionera, la
peregrinación continuó hasta el memorial dedicado a Joao Pozzobon, que entre
palmeras se divisa, a la sombra del
Santuario.
Allí,
las dos imágenes auxiliares, misioneros y peregrinos saludaron al primer
misionero con su canción preferida: Maezinha du Céu. Rezaron también por su
pronta beatificación.
Rumbo
al Santuario, esta vez, para terminar la peregrinación junto a María y el
Santísimo Sacramento. Corazón por corazón, mirada por mirada… El íntimo lugar
de encuentro donde se deja toda la carga en manos de la Mater y del que se sale
renovado. El lugar en el mundo donde se puede experimentar el hogar.
Todos
aportaron una piedrita para la conquista de los cimientos del Santuario
Original. Esta conquista se está realizando a nivel nacional, en Argentina,
para ofrecerlo como regalo por el año de la corriente del Santuario y a Tucumán
le tocó conquistar los cimientos.
Charla de preparación para renovar el
compromiso misionero
Se trasladaron
inmediatamente al salón de usos múltiples, donde el Padre Guillermo Cassone
encendió a los misioneros, preparándolos para renovar por un nuevo año su
misión al servicio de la Mater.
Al finalizar,
compartieron el almuerzo y un buen momento de confraternidad en el que se
sucedieron cantos y danzas.
Muchos peregrinos
aprovecharon el hermoso y cálido sol para recorrer el predio, comprar libros y
artículos religiosos y visitar le memorial al Padre Kentenich, la imponente
Cruz de la Unidad, custodiando el Santuario y compartir una rueda de mates.
Puntual y
ordenadamente, comenzaron la charla de preparación para sellar Alianza de Amor
con María, para peregrinos y el P. Cassone prefirió el sol para invitar a los
que quisieron participar de un taller sobre santuarios del hogar.
Patria nuestra, rezamos por ti
Llegaba
el momento del Rosario viviente para conmemorar el Bicentenario de la creación
de la bandera argentina.
En
las gradas de entrada al Santuario estaba colocada la imagen auxiliar de la
Mater, rodeada de cintas azules, blancas y amarillas, enrolladas.
Rodeándola,
los misioneros formaban un rosario humano. A cada Padrenuestro, Avemaría y
Gloria, se acercaban y desenrollaban una cinta. Al término del rosario, quedó
formada la bandera argentina. Un misterio de cada color (azul y blanco) y las
Glorias de color amarillo.
Viva
la Patria! Viva Jesús! Viva María! Coreaban los participantes.
Nada sin Ti, nada sin nosotros
Inmediatamente, los
76 misioneros y peregrinos que habían participado de la charla de preparación,
sellaron su Alianza de Amor con María. Fueron 76 cirios que iluminaran los
lugares a los que ellos se dirijan y muchos Nada
sin nosotros a poner en práctica.
Cuatro nuevas
misioneras de la provincia de Santiago del Estero, volvieron a sus hogares con
su imagen peregrina, ya quisieron consagrarse misioneras ese domingo tan
especial.
Caía la tarde, el
sol se escondía en el horizonte, cuando todos regresaron al salón de usos
múltiples para la celebración de la Santa Misa.
Ella es la gran misionera!
Comenzó la misa,
celebrada por el P. Guillermo Cassone. Los peregrinos, misioneros y familia de
Schoenstatt llenaban por completo el SUM.
Cada misionero
acariciaba en sus manos su imagen peregrina, con amor y respeto, esperando el
momento tan deseado…
El P. Guillermo
advirtió a los presentes que se encontraba allí, para renovar su misión una
Hermanita de la congregación de las Josefinas, que en estos días cumpliría 90
años! Aplausos y felicitaciones para la Hermanita Lina!
Después de la
homilía, se realizó la ceremonia de renovación. Luego de leer la oración y el
compromiso de renovación, el P. Guillermo levantó su imagen misionera y dijo: Ella es la gran misionera! Con lágrimas en
los ojos, innumerables misioneros contestaron: Ella obrará milagros!
Quien miraba alrededor,
podía apreciar cientos de imágenes peregrinas en alto. Su mensaje parecía ser: Allá
vamos, a la conquista de los corazones para el Reino de Dios y María!
Marchemos hacia el 2014, uniendo a la gran familia de
Schoenstatt internacional en una misma misión. Renovar nuestra Alianza de amor
con María, con el mismo fervor y confianza que los primeros congregantes y el
P. Kentenich. De tu parte, Madre, todo. De la nuestra, esforzarnos cada día
para que el “nada sin nosotros” sea una
realidad en nuestra vida.
TU ALIANZA, NUESTRA MISIÓN!
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