La campana del santuario


Según mi humilde entender, una campana es el medio por el cual Dios recuerda a sus hijos que la Santa Misa esta por celebrarse. Ni el paso de los siglos, ni la tecnología más avanzada pudo reemplazarla. Su noble hechura: bronce, oro, plata y el secreto artesanal de sus otros componentes metálicos, le otorgan su sonido, tañido propio, y la nobleza de los componentes la hace indestructible al paso del tiempo.

Esto me hace reflexionar que mis nietos y los hijos de sus hijos verán por muchos años esta campana de la que hoy hablamos.

La campana del Santuario es el primer regalo que tuvimos y su origen se encuentra en la casa de Hugo Gómez, en Paraná. La misma permanecía en el fondo de su casa, colgada, y estando de visita, en Mayo de 1998, tomando unos mates se la pedí y él generosamente la regaló. Estuvo colocada desde la inauguración del Santuario; era chica y bastante difícil hacerla funcionar.

Por ello compre un CD que reproducía las campanas más famosas del mundo; esos sonidos se emitían antes de la Misa, a través de dos parlantes y el equipo de audio que regaló mi hermana (María Soledad Cervera de Leone).

Sin embargo, la vida de esas campanas al viento fue efímera. Se perdió o alguien se enamoró del quipo y desapareció antes del mes; así fue que tuvimos que hacer sonar la bendita campana, como pudimos.

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD

En oportunidad de la Jornada de Pastoral del año 2010 en Paraná, nos cuentan que cambiaban la campana del Santuario y estando allí con Mónica y Jorge Lezcano, aprovechamos una vez más para “pedir” que nos regalaran la campana.

No se trata de evitar comprar una nueva, sino colocar en nuestro Santuario la campana que convocó durante muchos años a miles de católicos en Entre Ríos (el Santuario de Paraná se ubica entre los primeros del país, por la cantidad de peregrinos que recibe). Ayer repicó a orillas del río Paraná, ahora su tañido lo hará en los faldeos del Aconquija.

Esa campana no viene sola, sino con mucho capital de gracias que derramará en tierras tucumanas; eso la diferencia de otras campanas. No vino de un taller de fundición de campanas sino de un lugar santo.

El traslado de la misma desde Paraná a Tucumán tiene su historia: no se podía enviar por transporte de cargas, porque no había constancia de propiedad de la misma, hasta que el matrimonio Novillo que viajó a unas jornadas en Paraná pudo traerla.

Creo que las situaciones que se dan son designios de la Mater, Ella quiere que sigamos unidos a la línea fundadora de Paraná y la campana es un símbolo convocante; si Ella lo quiere, el próximo 18 de Octubre sonará en Tucumán la antigua campana de Paraná.

MANOS A LA OBRA: INSTALANDO LA CAMPANA

El día sábado 24 de setiembre, día de nuestra querida Virgen de la Merced, llegaron al Santuario a temprana hora unas personas con andamios, dispuestos a colocar la campana. Entre los presentes pude ver a don Manuel Velázquez, con sus jóvenes 67 años, a Rolando H. Suárez (papá y esposo de Silvina Suárez, de la rama de matrimonios), a nuestro Intendente Germán Daud y algunos otros que trabajaron denodadamente en la colocación a nueve metros del suelo. Yo sólo rece y le pedí a la Mater que los proteja de accidentes o imprevistos; aun así tuvieron que luchar con las avispas que moran bajo las tejas y que a duras penas los dejaron trabajar.

Después de un largo día, al caer el sol, la campana brillaba cual si fuere de oro en la cresta del Santuario, protegida por el campanario.

Don Manuel y Rolando trabajaron varios días previos a la colocación, en el pulido del bronce de la campana y en el sistema de accionamiento, para que pueda sonar correctamente a través de un movimiento ondulatorio. No sólo entregaron su tiempo, sino también su corazón a la Mater. Ellos se hicieron cargo de todos los gastos de materiales, mano de obra, maquinado, transporte etc., no aceptando ningún pago por la tarea.

Al visitar el taller donde realizaban los trabajos previos, sentimos un gran cobijamiento, entrega, entusiasmo en la misión que habían asumido como tarea de la familia. La campana contiene inscripciones que acá transcribo: AÑO SANTO 1975 (año de la fundación del Santuario de Paraná) MRVTA ILARINEATT (Madre Reina Victoriosa Tres Veces Admirable Clarifícate)

Como expresaba el Padre Pablo Mullin en la Misa del día 25 de setiembre, el cambio de estación que renueva el verde, el brote de las plantas, la temporada de la vida, llega también con una nueva campana que traerá nuevos brotes y bríos a la familia de Schoenstatt de Tucumán.

Lucy y Agustín Cervera

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