XV FIESTA ANUAL DE LA CAMPAÑA DE TUCUMÁN

Ni la lluvia ni el frío…

El domingo 21 de agosto no fue un día común para los misioneros y toda la familia de Schoenstatt de Tucumán; celebraban la 15ª fiesta anual de la Campaña del Rosario, con una motivación especial: la coronación de la 2ª imagen auxiliar de la Mater, traída en peregrinación desde Santa María, Brasil, cuna de Joao Pozzobon.

En un muy día frío, partieron temprano desde las provincias vecinas de Santiago del Estero y Catamarca, para compartir con los tucumanos este feliz acontecimiento.

Confiados en que la Mater nunca abandona a sus hijos, se dispusieron a pasar un día de vínculos y espiritualidad, a la sombra del Santuario de Tucumán.

Y no se equivocaron, el calor de hogar y de proyectos compartidos, los corazones latiendo por esa misma Madre y su Hijo, desafiaron las inclemencias del tiempo… ¡Y todo fue alegría!

Peregrinando desde la entrada al predio, llegaron con las imágenes auxiliares y las peregrinas, al Santuario. ¡Qué silencio más delicado, amor del amor más escondido..!

COMPARTIENDO, EN FAMILIA

Llegó el momento de estrechar vínculos y compartir la vida que fluye de la Campaña del Rosario. Y también de demostrar ¡qué bien estamos aquí!

Durante el almuerzo, danzas y cantos alegraron y pusieron una nota de color y buen humor.

Cada grupo o parroquia presentó en un stand su trabajo arduo y sus conquistas. El trabajo realizado fue sorprendente y digno de elogiar. Recorriendo el salón de usos múltiples, podía advertirse que realmente la vida se enciende en la vida.

Una imagen del Padre Kentenich, en tamaño natural, recordaba que este es el año dedicado a conocerlo más y emprender su misión, como sus herederos y que él continúa bendiciendo a la Campaña, como lo hiciera en vida de Joao Pozzobon.

Innumerables imágenes peregrinas se distribuían en esos espacios dedicados a mostrar la originalidad de cada grupo. Serían entregadas a las misioneras para renovar con ellas el compromiso por un año más.

MADRE, TE CORONAMOS!

Con esa motivación, el Padre Pablo Mullín, asesor de la familia de Schoenstatt de Tucumán, invitó a todos los presentes a coronar a María en todos los momentos de la vida, alegres o tristes, de la misma manera que el P. Kentenich la coronó como Reina del Pan, en Dachau. Ella se manifestará, pidiendo a su Divino Hijo, como en las Bodas de Caná: no tienen vino.

Durante la Santa Misa, un matrimonio de Catamarca, un niño y la responsable diocesana de la Campaña del Rosario de Tucumán, coronaron a la 2ª Auxiliar de Tucumán, como REINA DEL ROSARIO. Simultáneamente, todos los misioneros coronaron también su imagen peregrina con el rosario. Recorriendo los rostros de los presentes, se podía percibir la emoción, que en muchos casos se convertía en lágrimas de agradecimiento, amor y anhelos.

Llegó el momento tan esperado de renovar el compromiso misionero. Con sus imágenes peregrinas en alto, rezaron la oración de renovación. ¡ELLA ES LA GRAN MISIONERA, ELLA OBRARÁ MILAGROS!

Milagros de conversión, de entrega sin condicionamientos, corazones que se entregan a seguir misionando, a servir a los hermanos.

Culminando la celebración, los niños, en su día, fueron elegidos para realizar un envío: sostenida por globos se elevó una peregrina con un mensaje para la persona que la encontrara. Sería la próxima elegida de la Mater.

María seguirá abriendo caminos y llegando a quienes necesiten las gracias que el Señor derrama desde los Santuarios de Schoenstatt. Sus manos y sus pies serán los misioneros, que con entrega y servicio, se convierten alegremente en sus burritos.










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