Los días 9 y 10 de abril del corriente año,
Bajo el lema “Como Don Joao, herederos del Padre, profetas de la vida”, dirigentes de
Las actividades comenzaron con la recepción de las delegaciones, deseosas de reencontrarse con sus hermanos en la alianza, de otros lugares. Juntos compartieron
DEPOSITARIOS DE UNA GRAN HERENCIA
Luego de un panel de testimonios, muy emotivo, en el que algunos misioneros contaron su vínculo con el P. Kentenich, los participantes reflexionaron sobre lo que significa recibir una gran herencia: el legado del Padre Fundador y de su pequeño alumno, Joao Pozzobon.
Coincidieron en que Don Joao bajó la misión del Padre Kentenich al pueblo y que, como él, quieren vivir anclados en
A través de Joao, el Padre Kentenich confió a los misioneros una nueva imagen de María:
Ø Una Virgen Peregrina incansable.
Ø Una Virgen profundamente humana, cercana a los dolores de la gente, que regala alegría.
Ø Una Virgen que nos acerca a los Santuarios y Ermitas y los hace partícipes de un carisma de paternidad-maternidad ante los necesitados, familias misionadas y demás hermanos misioneros.
CADA AVEMARÍA, UNA PEREGRINA
Después de la cena todos se dirigieron a
PROFETAS DE
La misión de
¿Cómo profundizar la vocación profética? Encontrarse con Dios, vincularse al Santuario, vivir
La misión es renovar las familias, jugarse por transformar el mundo.
En su testamento, Don Joao escribió:
“…El objetivo actual es salvar la familia con todas nuestras fuerzas…,ser un reflejo de la justicia cristiana: uno por el otro, para una nueva conquista de la dignidad y respeto de la persona humana…Oh, Madre, el día que Tú me llames, alguien firmará esta carta…”
Los misioneros asumieron ese compromiso y firmaron un pergamino, cuyo encabezamiento decía: “Como misionero siento tu llamado a firmar hoy esta carta y asumir así este legado de la esforzada y grandiosa Campaña del Rosario. Me comprometo con todas mis fuerzas a hacer que ella crezca y fructifique en el ámbito donde tú me has colocado. De esa manera quiero continuar la peregrinación que Tú, Reina, comenzaste con Don Joao para que creciera la gran obra que confiaste al Padre Fundador, y que nos lleva hacia el 18 de octubre de
HACIA EL 2014, EN ALIANZA CON EL PADRE KENTENICH
Como culminación de
Desde allí, fueron enviados a continuar con la misión en el lugar que a cada uno le toca, llevando a María por el mundo, acercándose cada vez más el centenario de la primera alianza de amor.
No están solos, Don Joao les dice: “Continuaré junto a ustedes, revelando las bellezas y grandezas de Dios. Él los saluda, Él es quien me lleva”.
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