QUERIDOS MISIONEROS DE LA VIRGEN PEREGRINA:
En este día en que recordamos a San Agustín uno de los padres de la Iglesia, retomo el contacto epistolar con ustedes. En la carta anterior colocaba delante de sus ojos la frase mágica de Don Joao: “ser héroe hoy no mañana”. Quisiera agregar algo que se me quedó en el tintero.
Un poquito más cada día
Al llegar a los 80 años de vida Don Joao tuvo como lema anual: “Madre y Reina, un poquito más para continuar tu camino”. En esta frase se encuentra condensado de manera breve, gráfica y exacta el corazón de la Campaña.
Por un lado es una súplica a la Madre y Reina, la que nos arropa con su ternura, comprensión y amor y nos ennoblece y eleva con su ser de Reina inmaculada. Un poquito más: es un llamado sencillo pero eficaz que le hace a Ella para no quedarse parado por el desánimo y las dificultades.
La Campaña es esencialmente camino como el cristianismo que en sus comienzos fue descripto por los judíos como el “camino del Señor” ( cfr Hech 9,3). Esos hombres y mujeres habían descubierto a Jesús, aquel profeta andariego de Israel, de quien se afirmaba que había resucitado y vivía para siempre. Fueron encontrados por él en el camino y desde ese momento habían emprendido su camino tras él. También la Peregrina lo “alcanzó” a Don Joao y desde ese día el se puso a caminar junto a Ella; él sólo se dejó llevar por Ella a donde quisiera. No nos olvidemos: mientras nos mantengamos caminando, seguiremos siendo Campaña para nuestro pueblo.
Preguntémonos: ¿sigo en el camino de la Campaña? ¿qué “pedacito de camino” me está pidiendo la Mater que recorra con Ella en el próximo tiempo?.
El heroísmo comienza cuando vamos más allá del deber
Este año queremos suplicar y vivir el heroísmo filial. Don Joao escribió una vez: “Yo no era un hombre vencido, sino convencido en su conciencia. Sentía mucha fuerza y alegría. Me colocaba a disposición de la Madre para aceptar todos los sacrificios que me enviase. En esta grandiosa Campaña quedé vinculado y asegurado por ese espíritu de heroísmo... Heroísmo es ir un poco más allá del deber que tenemos como cristianos”.
Cuántas veces nos puede pasar que damos sólo la mitad, que somos mezquinos y calculadores ante Dios y los demás, que cuidamos sólo nuestras cosas, nuestros intereses, nuestros gustos y caprichos; esta es una de las causas profundas de tanta insatisfacción y ansiedad en el mundo que nos rodea. Un paso más es cumplir con nuestro deber, con lo que se espera de nosotros como padres, esposos, gente de trabajo como lo hacía Don Joao; se trata de hacerlo de manera exacta, rápida y eficiente. Ahora bien el cristianismo empieza a brillar en nuestra vida recién cuando nuestra alma toma vuelo, cuando vamos más alla del deber, cuando la magnanimidad y la generosidad son las que rigen nuestra vida, cuando le vamos ganando la batalla a nuestras mezquindades, cuando como los niños nos levantamos después de cada caída. Sin ese heroísmo del amor a la larga la Campaña no es posible.
Preguntémonos: ¿voy más allá que de lo que se me pide?
Les envío mi bendición sacerdotal y me sigo confiando a la oración de ustedes.
P. JUAN JOSÉ RIBA
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